
Andy Goldsworthy, el artista que nos recuerda de lo que estamos hechos
Andy Goldsworthy
"Tides and Rivers" (película)
"Las manos asombradas" (entrevista)
El artista tal vez más comúnente asociado al Land-art en la actualidad debido a su conexión tan íntima e imponente con la naturaleza y el entorno humano que lo rodea, Andy Goldworthy, quien reside en Escocia ha encontrado en los objetos naturales un medio para producir arte sin comparación que no se centra en la continuidad sino en reflejar la fragilidad y fugacidad del tiempo y los cuerpos en el espacio.
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Para llegar a ese estado de conocimiento y respeto por el medio ambiente, Goldsworthy ha pasado años familiarizándose con los elementos que este provee y la manera en que estos se relacionan entre sí; de este modo logra articular los materiales más esenciales que brinda la naturaleza para que se vuelvan formas recurrentes en sus obras o formas nuevas que inspiren la reflexión y asombro en los espectadores.
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Ahora bien, en muchas ocasiones su obra se enfoca en la singularidad de la naturaleza de producir toda clase de materiales y colores que son aprovechados por artistas del Land-art que los toman como materias primas y aceptan al mismo tiempo que estos tienen un tiempo límite de utilidad para el oficio artístico. El protagonista de este artículo también toma como concepto principal la fugacidad, brevedad y metamorfosis de la naturaleza, tomando lo efímero de los objetos y usándolo a su conveniencia sin preocuparse por la permanencia de la obra, se crea entonces una sensación de temporalidad y de estar al límite que simpatiza con nuestra misma esencia.
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Finalmente y como opinión personal me gustaría señalar que la idea de la fugacidad de la vida está muy presente no solo en las obras clasificadas como arte de la naturaleza sino que se muestra en todas las expresiones artísticas, siendo así, el arte sigue fiel a las propiedades de sus creadores, los acompaña y lamenta su muerte, el arte se vuelve un factor biótico en el desarrollo de la sociedad humana y un complemento reflexivo que nos recuerda de lo que estamos hechos, lo que nos une con la tierra que nos acoge y la relación irreemplazable que por siempre será entre el ser y sus aledaños.





